Queremos aumentar las ventas de nuestra empresa y las acciones habituales que vamos perpetrando son principalmente dos:
1 – Solicitamos a nuestros vendedores de encontrar nuevos clientes exhortándoles un esfuerzo mayor en visitas y llamadas telefónicas.
2 – Pensamos hacer algo de publicidad de imagen para aumentar nuestra visibilidad.
Estas dos acciones, que son las primeras que vienen a la mente del emprendedor, han traído un exceso de visitas, llamadas y también, de publicidad, que en la mayoría, se transforma en molestia para las personas, dado la constante exasperación que las empresas ejecutan.
Seguir con estos métodos, no es oportuno, en cuanto más que un beneficio, puede transformarse en una acción de repulsión contra la empresa y el producto.
Seguir haciendo lo que hacen todos, no es buena cosa, ya que nos va a traer simplemente los resultados que traen a todos, o sea, la mediocridad.
Si queremos que nuestra empresa pueda alimentar las ventas, debemos actuar técnicas que sean bien diferentes de la competencia, para darnos la posibilidad de distinguirnos y proponernos diferentemente, de manera tal, que podamos capturar el interés de nuevos potenciales clientes.
Era visual, era de imagen, pero que al final lo que vende y trae el dinero en nuestros bolsillos son las palabras correctas para orientar a las personas a la compra.
Hoy los sistemas de comunicación han cambiado, también a nivel comercial, obligándonos a un uso más amplio de la tecnología y disminuyendo el contacto humano, pero esto no debe confundirnos en nuestras estrategias de venta, que deben ser siempre enfocadas y concentradas en la acción de venta, aunque sea efectuada con herramientas diferentes.
Más que presentar fotos bonitas de nuestra empresa y nuestros productos, exasperar clientes y potenciales clientes con telefoneadas y visitas, debemos pensar en construir un sistema de marketing, que nos permita la visibilidad online y offline, creando un contacto directo, que pueda permitirnos una comunicación continua y constante, sin traer esta misma a la desesperación.
Lógicamente, es más fácil pensar a acciones inmediatas, como publicidad, visitas y llamadas, para obtener resultados más rápidos, aunque esto ya es de dudosa efectividad.
[box type=»custom» bg=»#efefef» color=»#» border=»#» radius=»4″]
Nuestra orientación debe ser, antes de todo, a la comunicación con el cliente, de manera que podamos construir una relación continua y constante en el tiempo, que pueda ser abierta a los ojos de cualquier persona, que sea interesada a nuestra actividad.
Un concepto, podemos decir, bastante nuevo, en cuanto, da una vuelta, a lo que era, el contacto publicitario finalizado a influenciar el gusto del cliente. Esto mismo, se ha revelado a esta situación, favoreciendo más el contacto con la empresa de los productos adquiridos y ofreciendo la mayor consideración al cliente.
Las empresas que hoy prosperan en sus mercados, son aquellas que han valorado este tipo de relación, con su propia clientela, dando importancia a sus opiniones, valorando el proprio producto, en base a las necesidades del mismo cliente.
[/box]
Estas técnicas, todavía, para muchas empresas no son bien entendidas, dejando vacía esta parte de relación, que hoy resulta importante, especialmente en las ventas.
Nuestras estrategias deben, por lo tanto, estar concentradas en alimentar este tipo de relación, con nuestros clientes y potenciales clientes, dejando acciones de dudoso éxito cuales publicidad de imagen, visitas y telefoneadas exasperadas.
Debemos dar nuestra prioridad, a enfocar el tipo de cliente más idóneo a nuestro producto y curar la relación con el, esto nos permitirá más fácilmente, aunque no sea a corto plazo, de llegar a metas más prestigiosas e inesperadas.
Más temprano nos cimentamos en esto y más temprano daremos prosperidad a nuestro negocio, antes que nuestra competencia pueda precedernos.
Síguenos, gana dinero, logra tu éxito.
Paolo Uliana.
Debes ser identificado introducir un comentario.