En la política, como en los negocios, usando un marketing inteligente se pueden lograr objetivos mucho más ambiciosos, especialmente si tienes en cuenta las verdaderas leyes que el marketing impone.
Trump ha ganado, no obstante, muchas personas no están de acuerdo con su política. Bueno, yo tampoco soy un simpatizante de Trump, pero su estrategia me ha impresionado mucho y debo decir que ha usado muy inteligentemente el marketing para prevalecer en esta campaña electoral.
No es difícil hacer estrategia de marketing que sea inteligente, pero hay que tener en consideración algunas bases que son muy importantes para que esta sea efectiva, ya sea en política como también en los negocios.
Aunque alguien pueda pensar lo contrario, la política no es que se diferencie mucho de los negocios, en ambas el marketing mantiene una posición determinante para el éxito, hay que hacerlo bien, hay que seguir los pasos estratégicos que necesita una buena ración de marketing.
“Make America Great Again” el poder del enfoque.
Como siempre rebato, especialmente en los últimos años, donde la competencia está cada vez más presente, es importante darse un enfoque bien específico, al punto de que, como en el caso de Trump, se ha concentrado en un único grande problema que la sociedad americana tiene actualmente, haciendo de ésta, su principal arma de batalla para ganar las elecciones.
Esto es un punto crucial y de importancia vital, pero que muchas personas subestiman, prefieren estar sentados en muchas sillas sin darse cuenta que al final van a caer, un poco como la política de Clinton, su adversaria, más centrada y atenta a las estadísticas, tentando en agarrar votos donde fuera más posible, pero involucrándose en la misma política generalista que no tiene este valor percibido en un argumento único y específico.
Cada día tenemos las pruebas, como en este caso, en política como en los negocios, el enfoque puede ser usado de manera inteligente y puede ser determinante determinante para crear una buena estrategia de marketing.
“Make America Great Again” el poder del ideal.
Enfocarse en un tema específico y trabajar un ideal trascendente, como en este caso, hizo que muchas personas pudieran creer en el mensaje político, que en realidad no es otro que la actuación de una buena estrategia de marketing.
“Make America Great Again” Hacemos América Grande Otra Vez, es como entrar en el corazón de los americanos y decirle que hay que despertarse y hacer lo que se necesita para que el sueño americano siga viviendo.
Un mensaje muy fuerte que, poniéndolo como enfoque de la propia política, ha hecho que obtenga los resultados deseados.
Un enfoque que va más allá de la figura de Trump, que supera sus limitaciones como personaje político, acogiendo lo que los americanos quieren, revivir el antiguo sueño americano de los años pasados que hacían de esta nación un país libre y próspero.
Una promesa que toca en lo profundo del corazón de los americanos, cansados de todas las problemáticas que tienen desde la última década, donde la política no ha podido resolver los problemas y recrear la estabilidad.
Una política que más allá de todas sus fallas, es muy enfocada y muy cercana a los electores americanos, una estrategia de marketing perfecta e inteligente para poder ganar a los antagonistas.
“Make America Great Again” el poder de diferenciarse.
Sin duda, esto ha hecho la diferencia entre Trump y Clinton, dándole la oportunidad de prevalecer con su campaña electoral.
Trump sabía desde el inicio que sus posibilidades eran muy limitadas en frente a su competencia hecha de políticos de larga experiencia y carisma.
Esto para Trump nunca fue un temor, porque desde el inicio, como hombre de negocios, puso en acto su estrategia de marketing, destacándose totalmente de la generalización política, creando y construyendo paso a paso su diferenciación con un enfoque bien calibrado y un ideal muy sensible a los electores americanos.
Un marketing muy inteligente.
La particularidad de crear una estrategia así diferenciante y de interés común para los electores americanos ha hecho que la mayoría sean su target, en este caso su potencial elector y que pueda transmutarse en elector activo.
El marketing es sin duda un buen estratega también en la política, especialmente cuando es hecho en la forma adecuada para producir resultados efectivos.
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